La primera vez que gracias a una cámara fotográfica se pudo imprimir una imagen en un papel, el mundo dio un giro de noventa grados, y a muchos les pareció cosa de magia. Bueno, ya sabemos cómo es el mundo de los inventos, en los más grandes muchos ven la mano del diablo y todo eso, sobre todo cuando la fotografía llegó en plena era victoriana aquí en Europa, una época llena de convenciones sociales y tabúes que tardaron mucho tiempo en cambiar, si es que lo han hecho alguna vez.
Sin embargo, antes de que apareciera la fotografía plasmando la realidad a su alrededor, ya había algo muy parecido en el arte, aunque muchos no lo notaban. Aunque el realismo es un movimiento artístico que se dio durante la primera mitad del siglo XIX, la pintura y la escultura ya hicieron sus pinitos creando obras basadas en objetos o personas reales. ¿Cómo olvidar los retratos que la gente rica mandaba hacerse, y que era la única forma de que la imagen de uno perdurara en el tiempo? Y más tarde, también el paisajismo temprano se coló en estas obras reales, aunque esta vez se plasmaban parajes naturales.
Siendo un poco quisquillosos, quizá debiéramos decir que el arte fotográfico unió el invento que fue la fotografía con el ansia de plasmar todo lo que veíamos a nuestro alrededor. Los retratos fueron durante mucho tiempo una obsesión para la gente pudiente, y los pintores de la época comían muchas veces de ese ansia de los ricos. Así que en pleno nacimiento del arte de las fotos también había una boyante industria de retratistas e ilustradores que desde luego no necesitaban más que su habilidad para el dibujo y la pintura.
¿Y sabes qué más se hacía, aparte de plasmar personas famosas y paisajes emblemáticos? Pues como se quería dar a conocer la realidad, eran también célebres las pinturas eróticas. Esto puede que te suene un poco extraño, teniendo en cuenta que estamos hablando de la plena era victoriana, que envolvió la moral y las supuestas buenas costumbres dentro de un corsé más apretado que el que se ponían las damas. Sin embargo, parece que esta parte de la vida íntima de las personas no tuvo problemas en salir al descubierto, dejando bastantes muestras del interés que suscitaba entre los contemporáneos. ¿Sería posible que el origen de las fotos porno estuviera en estos años llenos de prejuicios, siendo estos solo de puertas para fuera? Y en la intimidad, los victorianos eran los más depravados y viciosos de todas las épocas del ser humano.